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Repatriación por enfermedad o siniestro: cómo funciona

Cuando lo inesperado sucede en un viaje, la repatriación médica o sanitaria puede ser la diferencia entre la tranquilidad y el caos. Te contamos en qué consiste, cuándo aplica y cómo te protege tu asistencia al viajero.

Viajar trae consigo emoción, descubrimiento y aventura. Sin embargo, también implica asumir ciertos riesgos: desde un accidente en la ruta hasta un problema de salud que obliga a interrumpir los planes. En esos casos, contar con un plan de asistencia al viajero que incluya repatriación es clave para que todo se gestione sin estrés y con respaldo profesional.

La repatriación no se limita únicamente a regresar a tu país de origen por motivos médicos; también contempla situaciones graves como un fallecimiento en el extranjero o un siniestro que imposibilite la continuidad del viaje. Comprender cómo funciona este beneficio es fundamental para elegir un plan adecuado y viajar con verdadera seguridad.

¿Qué significa repatriación médica y en qué casos se aplica?

La repatriación médica es el procedimiento mediante el cual una persona enferma o accidentada en el extranjero es trasladada de regreso a su país de origen para recibir tratamiento adecuado o continuar con su recuperación. Este servicio se activa cuando la condición del viajero excede las posibilidades del sistema sanitario local o cuando la cobertura internacional establece que lo más seguro es regresar al país de residencia.

No se trata únicamente de comprar un pasaje de avión y volver a casa. Una repatriación médica implica coordinación logística entre médicos, compañías aéreas, equipos especializados y, por supuesto, la asistencia al viajero que cubre y gestiona todo el proceso. Según la gravedad, puede hacerse en vuelos comerciales con acompañamiento médico o en ambulancias aéreas equipadas como verdaderas unidades de terapia intensiva.

Los casos en los que se aplica son variados: desde un infarto o accidente cerebrovascular hasta fracturas complejas, enfermedades infecciosas o complicaciones quirúrgicas. La clave es que el traslado esté médicamente justificado y represente la mejor opción para preservar la vida y la salud del paciente.

Tipos de repatriación: sanitaria, funeraria y por siniestro grave

La repatriación no es un concepto único. Existen diferentes modalidades que responden a la naturaleza de la emergencia y a las necesidades del viajero y su familia.

La repatriación sanitaria es la más conocida. Se activa cuando el viajero enferma o sufre un accidente en el extranjero y necesita regresar a su país para continuar el tratamiento. El traslado puede ser en avión de línea con acompañamiento médico o en un vuelo sanitario exclusivo, dependiendo de la complejidad del cuadro clínico.

La repatriación funeraria, aunque menos agradable de imaginar, resulta imprescindible. Si una persona fallece durante un viaje, la asistencia al viajero se encarga de todo el proceso para trasladar el cuerpo hasta el país de origen. Esto incluye trámites legales, documentación, coordinación con autoridades locales y cobertura de los altos costos que este procedimiento conlleva.

Finalmente, está la repatriación por siniestro grave, que aplica cuando un evento externo —como un accidente de tránsito masivo, una catástrofe natural o un ataque terrorista— obliga a evacuar y trasladar a los viajeros. Aquí no solo importa la salud, sino también la seguridad de quienes se encuentran en riesgo.

Costos y coberturas: qué cubren los seguros de viaje actuales

Uno de los aspectos más sensibles de la repatriación son los costos. Organizar un traslado sanitario internacional puede superar fácilmente los 50.000 dólares, dependiendo de la distancia, el tipo de aeronave y el equipamiento médico requerido. En el caso de la repatriación funeraria, las cifras también son elevadas por la cantidad de gestiones administrativas involucradas.

Afortunadamente, los planes de asistencia al viajero suelen cubrir estos gastos en su totalidad, siempre que la repatriación esté indicada y aprobada por los equipos médicos. El viajero no desembolsa dinero ni debe negociar con aerolíneas o autoridades: todo queda en manos de la central de asistencia.

Los seguros de viaje actuales incluyen coberturas específicas para cada tipo de repatriación. La repatriación sanitaria cubre el traslado del paciente y, en muchos casos, el acompañamiento de un familiar. La funeraria contempla el retorno de restos, ataúd especial, trámites consulares y legales. Y la cobertura por siniestros graves incluye la evacuación y coordinación logística en situaciones de catástrofe.

Procedimientos y tiempos habituales en una repatriación

Cuando un viajero se enfrenta a una emergencia que requiere repatriación, lo primero es contactar a la central de asistencia. Desde allí, un equipo médico evalúa la situación junto con los doctores locales y determina la viabilidad del traslado.

Una vez aprobada, comienza la coordinación logística. Se gestionan autorizaciones con aerolíneas, se reserva espacio para camillas o equipos especiales en la cabina y se organiza el acompañamiento de médicos o paramédicos. En casos graves, se contrata un vuelo sanitario privado, lo que agiliza los tiempos y garantiza cuidados intensivos durante el trayecto.

Los tiempos de espera varían según el país, la disponibilidad de transporte y la estabilidad del paciente. En promedio, una repatriación puede resolverse en 48 a 72 horas desde que se aprueba, aunque en casos complejos puede demorar algunos días más. Lo importante es que el viajero y su familia no deben ocuparse de nada: la asistencia al viajero se encarga de cada paso.

Viajar con la seguridad de estar cubierto

Pensar en repatriación no es agradable, pero es una de esas coberturas que hacen toda la diferencia cuando lo inesperado ocurre. Nadie planea enfermarse o sufrir un accidente durante un viaje, pero tener un plan de asistencia con repatriación incluida garantiza que, ante un imprevisto, se cuente con respaldo profesional, financiero y humano.

En Cardinal Assistance entendemos que viajar es disfrutar, explorar y vivir experiencias únicas. Por eso, ofrecemos planes que contemplan repatriación médica, funeraria y por siniestro, asegurando que vos y tu familia estén protegidos en todo momento. Antes de emprender tu próximo viaje, cotizá tu asistencia y viajá con la tranquilidad de saber que, pase lo que pase, no estarás solo.

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