El nuevo gobierno griego y el futuro del turismo en el país

El país helénico ha sido el foco internacional desde hace años debido a la grave crisis económico-política que atraviesa. Durante esta crisis se han sucedido uno tras otros primeros ministros que, sin apoyo popular, terminaban cayendo sin nunca haber tenido verdadera gravitación política. Hace unos días, Grecia volvió a la primera plana de los diarios tras el triunfo de SYRIZA en las elecciones nacionales, colocando a Alexis Tsipras como primer ministro de Grecia.

El nuevo gobierno, con alto apoyo popular y una plataforma de izquierda, promete sacar al país helénico de la terrible crisis que atraviesa. Para el turismo internacional, todo lo anterior no tiene importancia, excepto en la parte en que puedan dejar de relacionarse dos palabras “Grecia” y “crisis”. Más allá de si el nuevo gobierno tiene éxito, la sola impresión de que el país está saliendo de la crisis (en este caso comenzando por el ala política) es un muy buen augurio para el turismo hacia Grecia, que siempre fue un destino de los preferidos en el mundo.

No es que durante los momentos más duros de la crisis no hubiera habido turismo hacia Grecia, pero los turistas, a grandes rasgos, siempre evitan visitar los países que se encuentran en una “crisis”: sea ésta económica, política o de cualquier otro tipo. Si lo auspicioso del futuro de Grecia nos invita a planificar nuestras próximas vacaciones allí, hay que tener muy presente el seguro de viaje. Ejemplifiquemos a través del ejemplo más evidente, la cobertura médica.

Grecia tiene un sistema de salud público que ha sufrido fuertísimos recortes durante todos estos años de crisis. Debido a esto, la calidad de la atención como la disponibilidad de camas y personal médico ha mermado dramáticamente. Siendo nosotros turistas no podemos esperar que este sistema de salud tan castigado funcione bien para nosotros que visitamos el país durante algunos días. La cobertura que nos ofrece el seguro de viaje dentro del sector privado es la mejor idea para visitar un país que, aunque asoma la esperanza de salir por fin de su crisis de años y años, aún tiene mucho para reconstruir.